Hace unos días una persona me planteó la siguiente pregunta: si yo te pidiese que me hicieras una casa ¿cómo sería?
Frente a esta cuestión mi respuesta fue algo ambigua, haciendo referencia a que esa pregunta era demasiado compleja como para poder responderla inmediatamente. Y que diseñar cualquier edificio requiere un proceso bastante complejo, debido a que hay mucho factores a tener en cuenta. A raíz de esto surgió un pequeño debate, al que se fueron agregando algunas personas más. Las conclusiones que se extrajeron de dicho debate fue que unos veían a la figura del arquitecto como la de un artesano y todo lo que eso conlleva. Es decir un trabajo muy personal, creativo y que requieren una gran dedicación, donde el artesano deja su huella en el producto final. A estos productos se les asocia también una mayor calidad que a otros. Por otro lado había otros que veían la profesión del arquitecto más cercana a la de un técnico. El cual realiza su trabajo de la forma más eficaz posible, atendiendo a una serie de parámetros como el tiempo, materiales, costes…
En mi caso decir que yo era uno de los pocos que defendía una postura intermedia entre el artesano y el técnico ya que pienso que ambos tienen cosas que pueden beneficiar al arquitecto. Y vosotros ¿qué opináis?
Un saludo.
Haciendo referencia a la idea de "Firmitas, Utilitas, Venustas" de Vitruvio, considero que ahí es donde reside la complejidad y profesionalidad del Arquitecto.
ResponderEliminarPoder incorporar a tus construcciones la firmeza, la utilidad y la belleza simultáneamente, y que éstas ideas convivan a la perfección, hace del Arquitecto: un profesional, un artesano y un técnico.
Artesanía, técnica y arte resultan ser tres temas clave en la definicíon del papel del arquitecto que surge con la arquitectura moderna y creo que de toda forma el objetivo tendría que ser la mezcla de estos tres temas al mismo tiempo. Para citar algunos ejemplos, Gropius en el manifesto de la Bauhaus escribe que "el artista es un perfeccionamiento del artesano", pero, sin embargo, el arquitecto italiano Franco Albini prefería ser llamado "artesano" en cuanto su objetivo no era el de crear una obra de arte sino el de seguir un método paso a paso.
ResponderEliminarAl igual que los usuarios Spline y mfs_989 un arquitecto, para que sea un buen arquitecto, deberia de ser, tanto un artesano, como un tecnico, ya que en unas ocasiones el resultado del proyecto tendrá que ser más artistico que otra cosa, y otras veces deberá resolver el programa lo mas funcional posible para que el proyecto funcione a la perfección. Pero sin embargo, pienso que un arquitecto, sobre todo tiene que ser un profesional. Por muy artesano o tecnico que sea, debe ser perfecto. La arquitectura no deja de ser otra profesión como otra cualquiera, con el aliciente de poderse diferenciar unos de otro en su firma que vaya a ir desarrollando.
ResponderEliminarPor lo tanto, bajo mi punto de vista, tiene que tener algo de artesano, algo de técnico, pero siempre un profesional.
Por lo que he leído, casi podríamos copiar aquí parte de lo comentado en el foro, las opiniones siempre son muy diversas, incluso dentro del "gremio" todos los arquitectos definen su trabajo de diferentes formas, aunque dado que nos dedicamos a el diseño, a la creación de nuestra propia obra, creo que nadie puede negar la rama artística, y debido a la naturaleza de nuestra obra, los conocimientos técnicos se vuelven una herramienta imprescindible, en la búsqueda de la funcionalidad, por eso creo que estoy bastante de acuerdo con Spline al nombrar a Vitruvio.
ResponderEliminarHoy en día el arquitecto debe aunar en su práctica diaria la herencia histórica de la arquitectura Vitruviana con las nuevas técnicas de representación arquitectónica y el estado del arte tecnológico para crear soluciones sostenibles que den respuesta a la sociedad actual.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, el arquitecto ha de tener mucho más de artesano que de técnico.
ResponderEliminarArtesano en todo lo que pueda abarcar, claro está que un arquitecto que tiene que desarrollar un edificio en toda su complejidad no puede ser él mismo el que forje el pasamanos de una barandilla, por poner un ejemplo, pero si debería de diseñar ese pasamanos y no recurrir a un catálogo de elementos estandarizados
Por desgracia el recurrir a elementos estandarizados ahorra muchos quebraderos de cabeza en cuanto a códigos técnicos y demás, a los que ha habido que recurrir para controlar la edificación descontrolada que hemos vivido y asegurar unos mínimos de calidad. A su vez, parece que la tecnificación de los arquitectos es una consecuencia de la desaparición de los artesanos que antes trabajaban con el arquitecto en la construcción de una obra. Canteros, ebanistas, orfebres etc. que ahora han sido sustituidos por brazos mecánicos en largas cadenas de producción.